viernes, 7 de febrero de 2014

Viernes 7 de febrero: Budapest

Llevábamos cinco días en Hungría y ya era hora de visitar su capital: Budapest.

La primera parada fue en la parte de Pest para ver la Exposición Invisible.


Honestamente, nunca imaginé que podría existir una exposición de este tipo. Pero merece mucho la pena visitarla, es una experiencia totalmente diferente y cómo no, una manera distinta de ver un museo. Además, te hace reflexionar y darte cuenta de las dificultades que encuentran las personas con discapacidad visual y qué es lo que se siente cuando no ves absolutamente nada sin necesidad de cerrar los ojos.


Aquí estamos el grupo español dentro de la exposición:


Cuando acabamos, comimos en el autobús mientras hacíamos una visita panorámica por Budapest.



Hicimos una parada en la Plaza de los Héroes donde pudimos hacernos millones de fotos. Aquí os dejo una de todo el grupo Comenius:


Cuando terminamos nuestra visita por toda la ciudad, llegó el momento más deseado por todos nosotros: EL TIEMPO LIBRE.
Debo decir que los españoles lo aprovechamos bien entrando en todas y cada una de las tiendas de la Calle Váci (Váci Utca) o dicho de otra manera: calle de las tiendas. Incluso nos sobró tiempo para merendar en una cafetería situada justo al final de la calle.  Aún así, tuvimos que llegar tarde por caprichos que vimos de vuelta al punto de encuentro.  De todas formas, ¿qué importa? Somos españoles, tenemos que dejar nuestra seña de identidad.
Después de haber gastado bastante dinero en compras (que acabamos cargados de bolsas, por cierto), tocó marcharnos y volver a Százhalombatta porque allí nos esperaba una fiesta de despedida.
En ésta pudimos disfrutar de un número musical hecho por un grupo que tocaba unos instrumentos muy singulares.


Después de este número, cada país hizo una actividad diferente. Podía ser bien un Quiz sobre su cultura, gente famosa nacida en su país o bien bailes y juegos típicos. Lo pasamos muy bien y lo más importante: nos reímos un montón.


Por último, cada país ofreció una serie de productos típicos para que todos pudiéramos probar. En general todo estuvo delicioso, pero adivinad quién arrasó con el lomo, el queso, el paté...
Muy bien, habéis acertado...¡QUE VIVA LA GASTRONOMÍA ESPAÑOLA!

Mesa Finlandesa y Húngara:


Mesa Española y Polaca:


Pero amigos, esto no se quedó aquí. Los estudiantes, por nuestro lado, queríamos hacer algo especial para despedirnos bien de Hungría. El problema fue que éramos mucha gente y unos querían ir a un lado y otros, a otro. ¿Al final qué pasó? Una hora tomando el fresquito en la calle para decidir a dónde íbamos. 
Después de mucho pensar, fuimos a Erd, un pueblo cerca de Százhalombatta. Estuvimos en un bar y bueno, no estuvo mal la cosa.

Definitivamente, fue una semana PERFECTA. Hemos vivido un montón de experiencias y hemos conocido a gente de otros países y otras culturas, que siempre viene bien. 
También me siento muy afortunada por haber disfrutado de esto, porque me estoy dando cuenta de que no todo el mundo tiene esta oportunidad. 

Lo único que puedo decir después de todo, es
GRACIAS.



No hay comentarios:

Publicar un comentario